Las 10 excusas más comunes de quien no quiere adelgazar

Los profesionales identifican mecanismos que despliegan aquellos que, en el fondo, no están decididos a empezar un descenso de peso Por Valeria Chavez

"No sé por qué engordo" es sólo una de las tantas respuestas que los nutricionistas deben escuchar a diario de sus pacientes. 

Para la doctora María Adela La Valle, "son mecanismos para seguir con los mismos hábitos". Consultada por Infobae.com, la profesional destacó que los fracasos reiterados también colaboran.

"A veces las experiencias previas no son buenas", destacó la médica nutricionista y licenciada en Nutrición, quien criticó las conductas que llevan a "picotear" dietas (así definió el acto de empezar y dejar planes de adelgazamiento sin guía profesional alguna). "Eso siempre genera frustración", aseguró. 

Para la profesional, en muchas oportunidades son los médicos los "responsables" porque no informan correctamente al paciente acerca de la importancia de "aprender a comer". "El paciente pone obstáculos y no se permite estar bien por lo que la función del profesional es intentar eliminar las excusas", remarcó La Valle. 

Al ser consultada acerca de cómo detecta a un "mentiroso", la nutricionista destacó que "indagar mucho en la primera consulta" es la clave para conocer al paciente. Si el motivo de consulta que esgrime la persona es que le dicen que tiene "que bajar" es indicador de que no va por propio convencimiento. 

Lo que el equipo médico coordinado por La Valle se propone para que el plan no fracase es que durante la primera semana de tratamiento el paciente no se someta a una dieta estricta sino que aprenda a "organizar" sus comidas. "Es elemental que se acostumbren a hacer un desayuno, comer colaciones cada dos o tres horas, almuerzo y cena", explicó la profesional. 

Así es que La Valle explicó que "el paciente tiene que ver que no es tan difícil para sentirse motivado y hacer por sus propios medios el ´clic´", al tiempo que aseguró que es fundamental no hablar sólo de dieta, lo cual implica "trabajar con el 40% de posibilidades del programa". 

En ese sentido -según la profesional- si la persona hace caminata, cinta o bicicleta y un buen control de dos o tres veces por semana con un nutricionista sumado a algún "mimo" (como puede ser presoterapia, baño de ozono) sentirá que "no todo es exigencia y tendrá energía para hacer las cosas bien". 

Identifique cada excusa y sepa si la usó 
1- “Yo quería pero no puedo” 
Todos lo “no puedo” en realidad son “no quiero”. Tenga en cuenta que en la vida habrá miles de situaciones que pueden producir un “no puedo”. Pero si usted realmente quiere, va a encontrar la manera. 

2- “¿Qué le iba a decir al doctor? Era un papelón” 
Esta es una excusa típica: dejar un programa de descenso de peso porque no ha llevado a la práctica lo que el médico le aconsejó. En realidad lo sano es volver a la consulta y hablarlo, para concretar un programa lo más personalizado posible. Esta puede ser la forma de ajustar sus actividades y horarios de mayor ansiedad, y prevenir este tipo de situaciones. 

3- “No fui a la nutricionista porque aún no tenía los estudios” 
Es otra excusa típica: muchas veces la gente intenta ir al nutricionista una vez cada mes ó cada 15 días, y la posibilidad de fracaso es directamente proporcional a mayor tiempo sin control. Si no tiene los estudios puede presentarlos luego. Pero hacer el control y el apoyo dietoterapico es indispensable. 

4- “Engordé 2 kilos y ya fracasé” 
Si engordó 2 kilos, quizá porque comió de más, pero también puede ser que esté produciendo una retención de líquidos. Es importante que en cada control realice un test de orina para evaluar si el motivo es este último. En función de la densidad que tenga esa orina y de algunas pruebas clínicas, el medico nutricionista podrá inferir si usted tiene ó no 2 kilos de grasa o agua, y darle un pronóstico de descenso. 

5- “Soy un caso perdido/usted nunca tuvo un caso como yo” 
Esta excusa forma parte de la creencia en que “no va a andar”; no lo va a lograr. 
No tenga pensamientos negativos, busque ayuda y ponga manos a la obra para estar bien. Nunca debe perder de vista su objetivo: si pone en su mente el fracaso... así será. En cambio, si pone sus energías en un logro, tiene el 50 por ciento ya ganado. 

6- “Yo, con ésto engordo”/ “tomo agua y engordo” 
Es importante entregarse al plan dietoterápico, intente no realizar objeciones ni buscar obstáculos. Nuevamente: ponga sus energías en el logro de sus objetivos, y confíe en los profesionales que lo están acompañando. 

7- “Yo puedo solo” 
A veces esto es cierto y se puede, pero generalmente se necesita ayuda. 

8- “No tengo tiempo, soy una persona muy ocupada, importante, no puedo dedicar tanto tiempo para mí” 
El tratamiento le dará resultados en función de lo que trabaje para lograrlo. No querer dedicar este tiempo para usted, implica que no esta decidida a emprender este proyecto. Será mejor que no comience ningún plan de descenso si no esta convencida de querer hacerlo, dado que seguramente sumará puntos a la lista de fracasos para descender de peso. 

9- “No sé por qué engordo” 
No existe el misterio metabólico. Por ejemplo, una mujer puede estar en plena menopausia - cuando cuesta más bajar de peso- pero si hace una dieta acorde a su momento metabólico y realiza una actividad física para activar la desintegración de grasas, podrá bajar de peso. 

10- “No tengo ganas de moverme; no puedo moverme; tengo artritis, artrosis, lumbalgia, sedentaritis..." 
La actividad física aconsejada para descender de peso consiste en realizar ejercicios aeróbicos al 60 o 70% de la frecuencia cardíaca máxima. Esto significa que hay actividades con las que estará trabajando músculos y mejorando su sistema cardiovascular (por ejemplo si usted corre), pero no estará trabajando para bajar de peso. Aconsejamos caminar, por lo menos una hora por día. 

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